El estado de Nueva York demanda a la industria del cigarrillo electrónico y la acusa de fomentar la "epidemia de vapeo" entre los jóvenes
La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, demandará a 13 fabricantes, distribuidores y minoristas de cigarrillos electrónicos por cientos de millones de dólares, acusándolos de alimentar una "epidemia de vapeo" entre los jóvenes, anunció el jueves 20 de febrero.
La demanda de Nueva York acusa a las empresas de "comercializar productos de nicotina con sabor a frutas y dulces altamente adictivos a consumidores menores de edad, engañar a los clientes sobre la seguridad y legalidad de sus productos, enviar productos ilegalmente a Nueva York y violar las regulaciones sanitarias diseñadas para frenar el vapeo entre los jóvenes", todo mediante una estrategia de marketing agresiva y engañosa.
Según Letitia James, “la industria del vapeo está siguiendo el ejemplo de 'Big Tobacco'”, es decir, la industria del tabaco. "Las empresas hacen que la nicotina parezca genial", pero "está creando adicción en los niños y una enorme crisis de salud pública", afirma.
Las empresas denunciadas están acusadas de no haber recibido ninguna autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) para comercializar sus productos con sabor a frutas o dulces. Además, el estado de Nueva York ha prohibido la venta de productos saborizados desde 2020, señala James. Entre las empresas atacadas se encuentran empresas estadounidenses y la marca china Elf Bar.
Juul ya ha pagado casi mil millones de dólaresEn 2022 y 2023, el vendedor estadounidense de cigarrillos electrónicos Juul aceptó pagar casi 1.000 millones de dólares (950 millones de euros) a un colectivo que reúne a más de cuarenta estados por haber atacado a jóvenes.
Habiendo experimentado un fuerte crecimiento comercial en los últimos diez años, el cigarrillo electrónico no contiene tabaco sino un líquido, generalmente cargado de nicotina e inhalado en forma de vapor. No contiene alquitrán ni monóxido de carbono, causantes de cáncer y enfermedades cardiovasculares vinculadas al tabaquismo.
Pero la Organización Mundial de la Salud y las asociaciones antitabaco se niegan, en nombre del principio de precaución y a la espera de estudios que lleguen a un consenso, a afirmar que vapear es menos riesgoso que los cigarrillos.
Por temor a que los jóvenes se aficionen masivamente al vapeo, algunos países han decidido prohibir los cigarrillos electrónicos o al menos las versiones desechables, como en Francia, o los sabores frutales dirigidos a los niños.
El mundo con AFP
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